Los periódicos, como fuentes de investigación, no son inocentes. Respondían y responden a intereses creados, generalmente estaban comprometidos con una causa o con un personaje o caudillo, o subvencionados por ellos; los periodistas tenían filiaciones ideológicas y, en muchas ocasiones, encontraban en el patrocinio su modus vivendis. Los periódicos posibilitan al investigador la reconstrucción y el análisis del clima de la época y sirven a nuestros objetivos precisamente por ser protagonistas activos, participativos agentes de la historia.
En el contexto del universo periodístico una vertiente que nos interesa destacar es la del humor. Se considera que : el humor político es un instrumento de crítica social, que ilustra el clima de una época, a partir de las situaciones y del conjunto de actores que intervienen en ella. Los periódicos satíricos, en el pasado como en el presente, independientemente de la causa que defiendan o la bandera que enarbolen, exponen las fisuras del orden público porque su objetivo central es poner énfasis en los errores, en aquello que consideran que está mal, aquello en donde fallan los gobernantes, en las promesas incumplidas, las traiciones ideológicas, los manejos turbios y casi todo lo que provocaba malestar popular.